Capitulos en el olvido

Había una despedida escondida, detrás de aquel celebrar,
sería nuestro último verano, que juntos se nos diera estar,
caminos invisibles, reclamaban a gritos nuestros destinos,
después de ese día, sin saberlo, dejaríamos de ser niños.

Dejando en nuestras miradas, pausas causadas por la añoranza,
nuestras pupilas jamás se encontrarían, así como en la infancia,
teniendo en el pecho, un enjambre de palabras malogradas,
las que se quejan en silencio, por haberse quedado calladas.

Nunca imaginé que el tiempo arrancaría aquella felicidad del ceno,
que el juicio se quedase falto a predecir lo que estaba sucediendo,
quedándose aquí, una brazada de intenciones inocentes y blancas,
al igual que los saludos cotidianos, con las palabras apagadas. Y desde entonces, yendo por la vida buscando en extraños,
rastro de los hechos, que considero maravillas de los años,
más esa búsqueda, me deja estando con las manos vacías,
como si no existieran aquellos capítulos de nuestras vidas.