Cantautor/ follautor

Esta es la historia de una media mujer cazatalento en Santiago.
Cuento en primera persona que yo fui cazado.
Y la del siguiente escritor que no ve la gravedad del naufragio.
Cuanto te alejas del puerto en un vuelo raso.
Debería usar una talla más de dignidad y ayer
volvieron a verla en un portal pidiendo ser
la canción de autor que siempre ha buscado
ese mal alcohol que arde en el pasado.
viene a poca voz, cara de cansado el que hoy le canta.
Ay amor, demasiada poca ropa, quiérete más, oye mi voz.
Ay amor, solamente eres hermosa.
¿Cuántos van ya?
Sube el telón.
Me imagino al cantautor siguiente temblando en la cama,
ocupando luego mi lugar en esta barra.
No, chaval, no ves que ella nunca se va,
que siempre queda un cantautor.
Y si es mejor, no habrá ni sitio para ti, tendrás un disco
nada más que nadie compra, y en el bar, cuando resuene esta canción
la última ronda pago yo, no des las gracias si te vas.
Llorarás, ¿ahora que harás con tu canción?
Le están haciendo alguna más.
Ay amor, ay amor..
Ahora bebe gratis en los bares de Santiago,
la saludan por su nombre.
Hay un mal recién casado que la invita a beber algo
alguien llora en el piano cuando salen abrazados a un hotel.
La canción de autor pasó de mano en mano
sin registro ni papel.
Ay amor, ¿cómo has sido tan idiota?
Tango de la copa rota.
Nararara nara, nararara, nara...