Besos prestados

Cada vez que nos miramos, se hace tan pequeño el mundo.
Y de pronto nada importa,
ni siquiera que los dos no somos libres.
Eso no está bien, nada bien.

No te pido que te quedes junto a mi,
ni que guardes en tus labios tantos besos prestados
que juramos nunca recordar.
No te pido que me esperes otra vez,
ya sabemos que de nada sirve el juego de fuego
que siempre olvidamos apagar, apagar...

Aunque espero lo imposible
al amor jamás le ha ganado nadie.
Somos presos del destino, por querernos caminando en lo prohibido.
Pero no está bien, nada bien...

Ya no quiero que te quedes junto a mi
ni que guardes en tus labios tantos besos prestados
que juramos nunca recordar.
Ya no quiero que me esperes otra vez,
ya sabemos que de nada sirve el juego de fuego
que siempre olvidamos apagar...

Si vuelvo a nacer, estaré contigo.
Cómo saber si serás sólo mía...

No te pido que te quedes junto a mí
ni que guardes en tus labios tantos besos prestados
que juramos nunca recordar.

Ya no quiero que me esperes otra vez,
ya sabemos que de nada sirve el juego de fuego
que siempre olvidamos y nunca queremos, apagar, apagar...