Arpegios

No sé por qué preguntaba donde ¿está mi fé?
Si tu iglesia se llamaba “Yo me la llevé”
Cuando tu mano me decía te levantaré
No me caía todavía y ya te veía el pie.

Cuando puse más que nunca todo en el papel
Más lo mirabas con lupa para arder en él.
No me pidas la bandeja repleta de miel.
cuando mandabas a la abeja a picarme la piel

Tatúate mi tumba y moriré en tus brazos.
Un clavo saca otro clavo pero a martillazos.
No me importa si está lleno o está medio el vaso
Solo sé que estoy vacío y el bar está a un paso.

Si me reencarno en gato, enséñame la luna.
Me bastan 7 vidas para ser feliz en una.
No me hables de una herida que no cicatriza
Si no sabes hacer fuego no me eches ceniza.

Si ya nací sin plumas no le temo al plomo.
Que prefiero tocar pumas que tocar tu pomo
Cuanto más perdí los frenos más dijiste para.
Cuanto más te eché de menos más me echaste en cara.

Con un as en la manga no hay caras de poker.
Mis frases son terapias que acaban en choque.
Le doy vueltas al tornillo hasta que no me enrosque.
Busqué mi media naranja y desperté sin bosque.

Ya no lanzo una botella pidiendo socorro.
Si después te veo con ella bebiéndola a morro.
Si solo estás cuando sonrío y nunca cuando lloro
Tampoco estés cuando en el río haya encontrado oro

Cómo no voy a ser un bala perdida.
si me estoy acostumbrando a estar en tu punto de mira.
como me voy a recordar si tú me olvidas.
si mi vida es una noria, para qué c*** quiero giras.

Que no me estoy quemando...
tan solo estoy mordiéndole los labios a la boca del incendio.
Que no estoy otorgando...
Solo me estoy callando porque intento negociar con el silencio.

Ato en cada estrella mi onomatopeya
Así si el cielo me atropella lo sabré por ella.
Sigo tu huella como susurros al viento.
Gritar es una forma de mutear el argumento

siempre mimo el detalle, debo crear escuela
no presumo de calle, basta verme la suela.
Solo confío en el aire para guiar mi vela.
Ya me espero que me fallen, solo quiero que no duela.

Tu sombra es el Platón de mi caverna.
Me busco en tu memoria, pero más entre tus piernas.
Lo mejor de haberme sentido una mie***
Es que mi mayor arpegio fue el de estar contra las cuerdas.