Apagón en mí

Nazca y Rivadavia, dos de la mañana,
vicio en Dinos otra vez,
ensayando como anochecer si no hay luz.

Solo en la parada, sale la llamada,
y el reloj marca las seis,
preguntándome si te iba a ver si no hay luz.

No me canso de mirarte estés donde estés,
casi que puedo tocarte mientras nadie más nos ve,
prometiendo lo improbable, lo que haya que hacer,
si no hay luz, si no hay luz aún.

Si no hay luz...

No me canso de mirarte estés donde estés,
casi que puedo tocarte mientras nadie más nos ve,
prometiendo lo improbable, lo que haya que hacer,
si no hay luz, si no hay luz. Las horas no alcanzan, pasan mientras faltan,
verte es como amanecer
y me apuro para ya volver con la luz.

No me canso de mirarte estés donde estés,
casi que puedo tocarte mientras nadie más nos ve,
prometiendo lo improbable, lo que haya que hacer,
si no hay luz, si no hay luz aún.