Agosto

¡Vaya recital!¡Qué barbaridad!
Callan las chicharras, y el barranco echa a cantar.
La ventana, abierta está de par en par…
¡Me va a dar buena noche la coral de Cañimás!
Salto de la cama, y con las ranas, ¡a rondar!

Agosto, entre los juncos, croa y croa sin piedad.
No acaba aún la verbena, que otra acaba de empezar.
La noche estalla en fiestas como un fuego artificial.
¡Tanta ranica por besar!…¿Dormir hoy? ¡Ni soñar!

No sé mis renacuajos dónde han ido hoy a bailar.
Su madre los llevaba, yo los he de ir a buscar.
A Guaso o a Labuerda, Formigales o Fiscal.
¡Si Agosto no termina ya, conmigo va a acabar!
Como las ranas van saltando los recuerdos
desde las aguas estancadas del ayer.
¡Aquellas tardes, cuando Agosto aún era eterno!....
De vacaciones sigue el crío que uno fue.

Entre montañas sigue aquel abrevadero;
habrá un bullir de cabezudos aún en él…
¡Ven, trae pan de rana y ven!
¡Ven, lata robinada, que otra vez te llenaré!

En aquel jarrón que hay en el salón
guardaban mis hijos su tesoro, como yo.
¡Gira, cabezudo, gira al rebullón!
¡Los hay que tienen patas… aquél, la cola perdió!
Como te descuides, ¡brinca un sapo del jarrón!

Agosto así terminaba: el que sobrevivía, ¡al agua!
Fue rana el cabezudo que entendió
que el mundo nunca cabe en un jarrón.
De punta en blanco, ¡ y al barranco!
¿Quién ha dicho que era fácil ser mayor?


Si alguna vez el porvenir te sale rana,
¡rompe el hechizo, princesita; bésalo!
Cuando la vida te dé un sapo, te lo tragas…
¡o se lo escupes en la cara, con valor! No es protección lo del cristal, cuando se empaña:
cerrar los ojos, y pensar que se ha ido el sol…
¡No, no te acobardes, no!
¡Ya es hora de que brinques, renacuajo, del salón!

…¿Esa hora es ya? ¡Qué barbaridad!
Al cruzar Aínsa, el día empieza a clarear.
En aquella plaza, ¿qué voy a encontrar?
Príncipes…o ranas, si la noche ha ido mal.
¡A la cama un rato!, y después…
¡croac, croac!...
¡vuelta a empezar!