Adicto a viajar

Soy un adicto a viajar, pero no tengo pasta y los bancos me embargan.
Da igual, mi casa es el mundo.
Con una maleta y ropa prestada.
Cariño ahora vengo, me piro un momento al bar.
No sé cómo me saldrá.
Empieza mi libertad.

Soy un adicto a viajar.
A explorar más allá y conocer qué hay detrás.
Quiero besar monumentos que molan.
Y hacer largas colas.
Y coleccionar figuritas, banderas,
Mandar postales para que mis colegas lo sepan.
Quiero sentirme libre junto al mar.
Quiero bailar.

Me da igual, que mi buzón parezca la cola de un pavo real.
Me da igual, que mi bonsai lleve varios meses sin poderse regar.
Yo soy adicto, adicto, y aunque duerma en el suelo da igual.
Porque yo soy un adicto, adicto. El mundo será mi nuevo hogar.
Yo soy adicto a viajar. Soy un adicto a viajar, recortando los gastos con mi ingenio natal.
Vivo del cuento, vendiendo lotería y algunos pañuelos.
Me colé en un avión, en un barco de vela como limpiador.
Fui en camello y llegué al bar de hielo.
Me compré una casa en buen lugar.
Quiero bailar.

Me da igual, que en Navidad me llamen al móvil y no de señal.
Me da igual, si no puedo volver a España, ya me repatriarán.
Yo soy adicto, adicto, y aunque viva de sobras da igual.
Porque yo soy un adicto, adicto. El mundo será mi nuevo hogar.
Yo soy adicto a viajar.

Me da igual que el pasaporte parezca un muro de preescolar.
Me da igual, que todo lo que dejé en casa esté para tirar.
Yo soy adicto, adicto, el medio de transporte da igual.
Yo soy adicto a viajar.